El año 2017 inicié mi formación en la gestión deportiva, trabajando en proyectos en conjunto con el CDE de la Facultad de Ciencias. A fines de ese año, el presidente Fernando Vera, quién además fue mi mentor y compañero en todo este proceso, me propuso ser candidato a presidente para el siguiente periodo. Acompañado de un gran equipo asumí la presidencia el año 2018 del CDE Ciencias. Además, fui representante del Consejo de Presidentes/as de la Universidad en el Consejo de Deportes, trabajando a la par con grandes personajes, Javier Martínez (presidente CDE 2018), Juan José Urzúa (Secretario Ejecutivo y Financiero CDE 2018 y presidente CDE2019) y Benjamín Astrosa (delegado de deportes FECH). No puedo negar que fue un año difícil, con mucho trabajo y largas reuniones, pero a pesar de todo, junto con mis compañeros logramos fortalecer el deporte en la Universidad de Chile.
El año 2019 tuve la oportunidad de realizar un intercambio académico en la Universidad de São Paulo (USP), Brasil. Con el apoyo del CDE 2019 y en particular de Juan José Urzúa, aproveché la instancia para compartir experiencias con los deportistas de esta gran universidad y trasmitirlas a los/as dirigentes deportivos estudiantiles de la Universidad de Chile. Dentro de este nuevo mundo universitario me di cuenta que teníamos muchas matices en común en cuanto a la organización deportiva, ellos/as al igual que nosotros/as tienen centros deportivos de estudiantes por facultad y uno general a nivel universitario.
Como estudiante de la Universidad de Chile y participante de la gestión deportiva interna de la universidad, solicité una reunión informativa con Vitor Hugo presidente de la Associação Atlética Acadêmica (A.A.A) da Faculdade de Edaucação y A.A.A USP. En esta reunión me comentó a grandes rasgos cómo funcionaba el deporte en su universidad.
En la Universidad de São Paulo no existe una Dirección de Deportes y Actividad Física, como en nuestra universidad, lo que claramente limita el correcto funcionamiento de la gestión deportiva. La Universidad como institución solo se preocupa de mantener a disposición de los/as estudiantes el campo deportivo, a grandes rasgos cuenta con, un gimnasio con seis multicanchas y graderías, tres canchas de tenis, 5 multicanchas exteriores, velódromo, 3 canchas de fútbol con graderías, pista atlética, piscina de clavados, 2 piscinas, cancha de fútbol playa, muro de escalada, sala de musculación y “raia olímpica” que es en donde se practica remo y otros deportes acuáticos. Además, algunas facultades cuentan con sus propios espacios deportivos, multicanchas en general, a excepción de la Faculdade de Educação Física e Esporte que por motivos pedagógicos necesita sus propios espacios deportivos. El Campo Deportivo es realmente grande, pero para una universidad que tiene cerca de 95000 estudiantes, se hace poco.
A raíz de esta problemática, es importante que cada facultad cuente con su centro deportivo de estudiantes, ya que la buena organización entre todos los centros de estudiantes de la universidad hace más ameno el convivencia y organización de la disposición de los espacios deportivos.
Por otro lado, las autoridades de las facultades muchas veces no se hacen partícipes de las necesidades deportivas del estudiantado, lo que limita a muchos/as estudiantes a realizar actividad física en la universidad. Esto es porque las facultades no entregan dinero para costear entrenadores/as e implementos a los/as deportistas de la facultad, entonces para que el/la estudiante quiera participar en algún deporte o selección deportiva, tiene que pagar una mensualidad para costear el sueldo del entrenador, campeonatos y/o equipo deportivo.
Como consecuencia de lo anterior, los centros deportivos (A.A.A) adquieren un papel muy importante en el en la facultad y la universidad, ya que ellos realizan la gestión para contratar entrenadores y comprar implementos. Por esto mismo los centros deportivos están constantemente realizando actividades lucrativas para financiar total o parcialmente los costos asociados a las ramas deportivas de su facultad. Además los centros deportivos de estudiantes no solo cumplen con esta función, sino que también son representantes de los estudiantes en el ámbito académico, de ahí su nombre “Asociación atlética académica”, por lo que tienen mucha fuerza como entidad estudiantil frente a las autoridades de la Universidad.
A través de mi experiencia, creo que como dirigentes deportivos de la Universidad de Chile tenemos mucho que aprender de la gestión deportiva y los CDEs de la Universidad de São Paulo, gracias a ellos los/as estudiantes tienen la oportunidad de participar de la actividad física y el deporte. También, creo que ellos tienen cosas que aprender de nosotros, pero a un nivel administrativo, ya que la DDAF (Dirección de Deportes y Actividad Física) en conjunto con el Consejo de Deportes y la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, como es en nuestro caso, entrega mayores posibilidades a los estudiantes de participar de las actividades deportivas de la Universidad. Creo que sería bastante interesante y nutritivo para ambas entidades generar conversatorios con respecto a la organización deportiva, para mejorar nuestros servicios a la comunidad estudiantil y lograr instaurar el deporte y la actividad física como complemento de una vida académica universitaria.